Buenos Aires, 23 de Junio de 1973
Estimado Pedro:
¿Como están las cosas por Madrid? Por acá las cosas están muy tensas después de los acontecimientos ocurridos en Ezeiza el día de la llegada de Perón. Seguramente te habrás informado por los diarios. Pero otra cosa, es vivirlo acá. El presidente Cámpora, que sabía que estaba perdiendo la confianza de Perón; eligió que el acto se diera sobre el cruce de la autopista Ricchieri con la ruta 205, sobre el puente del Trébol, a 3 kilómetros de Ezeiza. Cada dirigente organizó a su grupo para recibir al general y todos querían mostrar su presencia y su poder dentro del movimiento. Los sindicalistas José Rucci, Lorenzo Miguel se encargaron de agrupar a la gente de la CGT. Los montoneros, con Juan Manuel Abal Medina a la cabeza, querían mostrar su poder a través de una gran movilización.
Los integrantes del Comando de Organización, que formaban la derecha peronista, ocuparon el Hogar Escuela Santa Teresa, cerca del Trébol con hombres armados. Los sindicalistas también estaban armados y ocuparon el palco y sus alrededores. Querían evitar a toda costa que los grupos de izquierda ocuparan los lugares cerca de Perón.
En fín, cada uno quería defender su parte de poder y bajo la misma bandera peronista convivían diferentes sectores que no se toleraban entre ellos. Lamentablemente, esta situación explotó el 20 de junio. Un día que debería ser de festejo para todos los justicialistas, termino bañado en sangre con la muerte de muchos argentinos.
Hay varias cosas Pedro que nunca me hubiera imaginado. Por ejemplo, que hubo francotiradores preparados entre las ramas de los árboles y que los hombres de Osinde y la CNU escondieran sus ametralladoras en los estuches de los instrumentos de los músicos. La columna de Montoneros venía del sur y agrupaba gente de Bahía Blanca, Mar del Plata, La Plata, Berisso, Ensenada y partidos del sur del conurbano; quienes conducían al grupo iban en un jeep y llevaban armas cortas y una ametralladora.
Una vez que se encontraron los grupos cerca del palco, comenzó el enfrentamiento y con él volaban disparos por todas partes, Hubo mucha confusión entre los concurrentes que estaban al margen de estas luchas internas del partido y todos corrían por su vida. Pero para mí, querido Pedro, esto no fue un enfrentamiento, sino una MASACRE, ya que los militantes armados de la CGT superaban en número a los de izquierda, atacando desde el palco.
Fue una escena desagradable que concluyó con 13 muertos y más de 300 heridos. No sé cuando nos recuperaremos de esta; ¿cuándo será el día en que los políticos cumplan sus deberes para hacer un país mejor sin violencia?; ¿cuándo seremos capaces de respetar las diferencias y trabajar para hacer una unión por las cosas que realmente valen la pena?... ¿Tan difícil será? Yo espero no perder la fe de que podemos cambiar, que es lo único que nos queda a algunos. Espero algún día poder contarte que así fue, que todo va para mejor..
Bueno querido primo, espero tu respuesta y te seguiré contando lo que acá sucede..
Cariños
Rosa
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