jueves, 19 de mayo de 2011

Mi caverna

Yo creo que una experiencia en la que me liberé o salí de una especie de caverna fue darme cuenta que las personas no son lo que aparentan o lo que nosotros creemos a simple vista que son. Que para saber y conocer realmente a alguien no alcanza verla diariamente y sacar conclusiones de su persona por como actúa o como lo vemos nosotros. Muchas veces la gente tiende a ser muy superficial; no intenta ver más allá de las sombras y se queda con lo que se puede apreciar a simple vista. Por ejemplo; un adolescente puede parecer agresivo, desinteresado e indiferente; pero tal vez en el fondo no desea dar esa impresión y hay algo, algún problema personal o un sufrimiento interno, que no le permite mostrar lo que le pasa y ser de otra manera con los que lo rodean.
También puede que una persona se demuestre por fuera como si todo estuviera en su lugar, sin problemas, ni angustias y con mucha tranquilidad; cuando en realidad lo que siente por dentro es totalmente lo contrario y por miedo, timidez o vergüenza a demostrarlo simula encontrarse bien. 
Hace falta una mayor comunicación para aprender a conocer en lo profundo la esencia de cada persona.

1 comentario:

  1. El mito de la caverna trata de representar el pasaje de la captación de apariencia a la realidad. También la palabra "esencia" es adecuada. Platón pensaba que el alma captaba la esencia de las cosas con los ojos del alma.

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